miércoles, 14 de abril de 2010

Irreproducible

Una amigapsicóloga me dijo, al pasar pero yo ya hago como que me explicó seis años de teoría compleja sobre la psiquis humana, que tener hijos es una cuestión de autoestima. Será por eso, y porque creo que no me incluyeron útero cuando me hicieron, que no hay nada que me atraiga menos que la idea de procrearme.
Tener hijos es un acto complejo, requiere capacidades intelectuales, organizativas y emocionales muy elaboradas. Soy de las que cree que hay que pensarla un poco más (vamos chicas, prueben con que les sobreviva un potus antes).
Además, no me generan gran cosa las madres tampoco. Estoy harta de esas mujeres que son un desastre caminando, que dependen de todos a su alrededor para su supervivencia más básica y que, y esto es determinante en mi escala de odio, lloran en el trabajo. Estas mujeres se quedan dormidas y sus chicos faltan a la escuela, se los olvidan en los cumpleaños, manejan como el culo, siempre están apuradas, siempre se están quejando. También hacen otra cosa que detesto: se comparan con las otras mujeres desde un altar. “Ah claro, vos podés tener ropa linda, porque no tenés hijos, si tuvieras hijos estarías toda manchada, como yo”, “sí, ella puede ir a la peluquería, porque no tiene que buscar a los nenes a la escuela”, “yo temprano no voy a llegar nunca, porque le tengo que dar de comer al nene”. Basta señora, basta, no me escorche más, lo hubiera pensado más, hubiera tomado pastillas, no se puede el pan, la torta, la chancha, los veinte y la máquina de hacer chorizos lights porque con los nenes no podés ir al gimnasio.
Me genera ansiedad que mi perro se deprima cuando no estoy en casa, también tuvo dermatitis y estuvo internado por intoxicación ¡y nadie me vino a dar un Nobel!, la vida es así. Está bien, un nene no es un perro. Si mi perro pinta depresivo no quiero ni pensar lo que van a ser mis hijos. Pero los suyos, señora, ya se lo digo: van a ser unos traumados, si no los va a ir a buscar a tiempo al cumpleaños ni lo mande, porque no sabe lo triste que es ser el último boludo con la bolsita en la mano mirando cómo lo odian todos los parientes del cumpleañero.

8 comentarios:

  1. jajaja totalmente !!!! Si querías jugar a la casita,ahora jo-de-te!
    gracias, ayer creí q me moría en una ola de vómito rosado!

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  2. Boluda no, imbécil. Onda Lisa Simpson, debés tener unos 8 años pero con humos de intelectual tercermundista. Cuando uno no está listo para pensar ciertas cosas, debería callarlas (¿o acaso darías un final basándote sólo en tu experiencia o tu visión personal?)

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  3. No... tengo 24 con aires de intelectual tercermundista...

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  4. Uff, para tildar de imbécil hay que ser muy imbécil eh! eso si que es creerse intelectual sin serlo.- La típica gansa mediocre que tira comentarios todo el tiempo creyendo revelar una verdad absoluta...Nena, madurá, comprendé, analizá, pensá, entendé, si? Capaz que te sirve un poco más de reflexión así no decís más gansadas...y de paso aprendé a depilarte...lo tuyo es muy tercermundista, por más que pienses que no....Un beso...

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  5. Y que quede claro que es para vos Melina ese comentario eh! un Beso...

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  6. midori! calma! a los 24 tampoco pensaba en hijos ni nada parecido... da miedo y bla bla bla.
    cada cosa a su tiempo. ahora aproveche, sume puntos de autoestima y salga a romper todo! diviertase todo lo que pueda.
    la vida le dirá en que momento va cada cosa... ahora no. después de todo su perro es como su hijo...
    besos!!!

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  7. Mi perro es mi hijo, y cuando pueda me voy a comprar un pomerano al que voy a nombrar algo así como Fifí. Sí, soy la realización personal hecha carne

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  8. Midori, queres ser mi amiga?
    las mias estan buscando a los hijos en el colegio, en los cumpleaños, dándoles de comer o usando el tiempo libre que les queda para charlar sobre eso...
    Tengo 27, casadiiiiisima... pero ni cerca de perros e hijos.
    Yo fui la q se quedo con la bolsita todos los cumpleaños de mi niñez. Aprendi a tomarme el bondi... y de ahi no me paró nadie.

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