miércoles, 30 de junio de 2010

Divina popularidad

Será por una cuestión de vocación frustrada pero yo considero que detrás de cada vómito de la industria cultural puede hallarse un copado guionista luchando por meter ingenioso en un texto marketinero. O por ahí miro mucha tele.
El caso es que la división de las mujeres en Divinas y Populares no me parece del todo equivocada. Hay épocas en las que ser copadas o ser lindas (como modelo, no como condición física) parecen ser opuestos graves. Entonces, por un lado las que van a la peluquería y por otro las que van a recitales de rock. Nos burlamos unas de las otras, las divinas tienden a ser finas y recatadas, las populares cultas y originales. Ellas dicen que somos putas, nosotras decimos que son huecas.
Lo irónico es que la supuesta división entre unas y otras es que las Populares “no se deben a su público” sino que tienenpersonalidad y no caenenestereotiposboludos.
Hoy, pisando inevitablemente la adultez, y –por suerte– adivino que el mundo es más complejo y divertido si una no opone leer una buena novela a depilarse cada tanto.
Amo a mis divinas: me distraen con sus charlas sobre cosméticos y son las primeras en darse cuenta si bajé un kilito. También tengo en mi vida perras ácidas que son las primeras en descubrir si subí un kilito o si mi léxico va en picada pero que siguen sin dejarse comer por las comedias románticas y por Juan Carlos Rapsodia.
De las Populares no supe más nada pero aprendí una gran lección, una cosa es ser rebelde y otra Tribunera.

lunes, 28 de junio de 2010

Bloom

De los mismos creadores de "¿Quién necesita sol cuando existe autobronceante?" llega: "Por fin me recetaron Rocutan: el comienzo de una nueva vida".
Y no se pierda, en doble función: "Ya que estoy hago el tratamiento para dejar de fumar y se va todo al carajo". Imperdible.

Leyendo los prospectos deduzco que básicamente voy a ser una perra malparida durante los próximos 4 meses. Vale la pena (para mí, para mis prójimos... lo sabremos pronto)

domingo, 27 de junio de 2010

Identificación cumplida

Spoiler alert: voy a hablar de Un novio para mi mujer, si no la viste no te cambia nada: es una comedia, el protagonista es Suar... no es Sexto sentido....

Cuando vi Un novio para mi mujer me encantó. Es así, me gustó muchísimo. No tanto la gran trama, pero sí que fuera una excusa para crear al personaje de la Tana (y un poco también porque Suar me hace reir, listo, lo dije). En mi casa, como suele suceder, cada dos o tres frases mal paridas de la Tana mi mamá y mi hermana se daban vuelta de ojito para mirarme y yo, como para desmentir la similitud, les ponía tremenda cara de orto.
La venía disfrutando livianamente hasta el speech en el que ella se explica y deja en claro lo jodido que es pasar por ciertas situaciones de tremenda frustación personal (no voy a hablar de la incompresión del pelotudo del marido sólo diré que esas cosas pasan: si salís con pelotudos no te van a entender y menos el mal humor).
No sé por qué pero minas, sobre todo, somos muy de la identificación con personajes fícticios.
No contaba con mi padre, que de vez en cuando es la persona más naif del mundo pero me destroza, que este febrero me dijo:
"Te conseguí un laburo en una radio, no te van a pagar, te tenés que conseguir sponsor. Igual yo le dije a mi amigo que, de última, te pagaba yo de mi bolsillo, pero no aceptó".

Sueños rotos

Bueno, lo voy a contar. Pasé por la TELE, pasé, vi luz y entré. No voy a dar detalles pero una protoreflexión: existe un modelo empresarial –debe existir, no tengo idea– medio falluto que consiste en querer armar productos de calidad con muy poca plata, sin ningún incentivo ideológico, estético o moral que lo sustente. Entonces, con esas condiciones sólo se podrán contratar personas con mucho hambre en los puestos más bajos (era mi caso) y personas muy mediocres en los puestos más altos. Esto excluye, por ejemplo, el cine independiente, el teatro under y toda cosa hechaapulmón por el valor intrínseco de la cosa en si.
En lo que luego sería recordado como mi último día fui partícipe de un diálogo bizarro.
Productor ejecutivo: - ¿Cómo te fuiste a dormir? ¿Cómo que querés dormir? Esto no es así LATELE no es así, vos tenés que estar disponible 24 horas por día, en LATELE tenés que estar disponible 24 horas por día. Porque a mí me lo dijo YANKELEVICH, me lo dijo en persona, las excusas no se televisan, YANKELEVICH lo dijo, porque en LATELE las cosas son así. Si no, no servís para LATELE y andate a hacer cine que trabajan cada 20 días.
Yo: - Pero me levanto a las 3 de la mañana para estar acá, me acosté a las 11 de la noche, me lo pediste después, no lo vi…
Productor ejecutivo: - NO ME CONTESTÉS, sos muy cocorita vos, si no cambias tu actitud no vas a durar en LATELE.

Y tenía razón eh. Puta madre, ya no seré Yankelevich.

martes, 15 de junio de 2010

¡Ajá!

El problema de mi infancia es que fueron once años de síndrome premenstrual.